La patente para la aspirina, un medicamento utilizado por millones de personas en todo el mundo, fue otorgada a la empresa farmacéutica Bayer el 6 de marzo de 1899. El descubrimiento del ingrediente activo de la aspirina, el ácido acetilsalicílico, se remonta al siglo XVIII, cuando Edmund Stone lo descubrió y Henri Lerroux extrajo el salicina de un sauce, lo que llevó a la primera versión artificial del ácido acetilsalicílico. Sin embargo, fue Felix Hoffmann, un químico de Bayer, quien redescubrió los beneficios del ácido acetilsalicílico en 1897, creando una versión estable y utilizable para aliviar el dolor de artritis de su padre. A pesar del primer rechazo de las autoridades alemanas debido a las síntesis anteriores, Bayer logró patentar la aspirina en los Estados Unidos, lo que llevó a una campaña de marketing global y al monopolio de Bayer hasta el final de la Primera Guerra Mundial. Hoy en día, la aspirina está registrada en más de 70 países, con más de 350 billones de tabletas consumidas desde su comercialización.
El Mundo de Óscar 
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